Ayer terminé de ver Envidiosa la serie de Netflix. Y me vi tan reflejada en Vicky que se me vinieron todas esas emociones que hace años ya no siento.
A diferencia del personaje de Griselda Siciliani, yo no soñaba con el casamiento perfecto, ni con tener hijos y vivir en un country, pero si buscaba (a veces desesperadamente) alguna vez la elegida ser yo.
Tuve un primer novio de los 15 a los 19 años. Y a quien hoy es mi marido, lo conocí casi a los 34.
En el medio hubieron muchos años de soledad, muchas citas fallidas, unas cuantas historias de novela, relaciones de años en las que no éramos “nada”, ghosteos, un tipo que se vino de México a verme y enamoramientos fulminantes que duraron menos que un suspiro.
Hubieron llantos, ilusiones, decepciones, magia, diversión, frustración.
Fui la amiga soltera dentro de un mar de casadas. Fui la tía cool que viajaba por el mundo y vivía historias para escribir un libro. Fui esa a la que le dicen “no te puedo creer que estás sola, con lo buena, inteligente, (inserte todos los etc que quiera) que sos”.
Durante 15 años estuve sola.
Mejor dicho, soltera.
Y durante todos esos años fui la Grinch del 14 de febrero.
Odiaba ese día porque solo me recordaba lo que faltaba.
El no tener con quién pasarlo, que nadie me regalara flores o bombones. El miedo a quedarme sola, el sentirme una loser, el pensar que algo malo debía tener para no dar con el indicado.
Ese día era una pesadilla porque parecía que todos la pasaban bien menos yo.
Y en esos días mi banda sonora era esta canción: Me cago en el amor - Tonino Carotone
Casi nadie contaba el lado B del amor. Solo se veían fotos de regalitos, cartas y besos apasionados. Y las que no corríamos con esa suerte (y nos pesaba), solo queríamos que el calendario pasara del 13 al 15 sin escalas.
También me acuerdo de mi primer 14 de febrero enamorada. Cuando me tocaron el timbre a las 6 de la mañana para traerme el desayuno y no podía creer que eso me estaba pasando a mi.
El otro día le recordé ese momento a mi marido. Se había levantado a las 4 am, había viajado casi dos horas y llegó para desayunar juntos y después irse a trabajar. Le hice un pseudo reproche y el me dijo: “me acuerdo, era la misma época en el que vos me cocinabas una trucha en vez de una milanesa”. Nos reímos juntos y me cayó la ficha de la realidad. Porque el amor ahora no pasa por estar impecable y disponible para el otro las 24 hs. Por los detalles épicos o los regalos caros.
Pasa por cuidar de nuestra hija cuando el otro quiere hacer algo que le gusta, por pensar de a dos y para los tres, por buscar aunque sea un ratito para tener una conversación de corrido y por acompañar al otro a crecer. Eso también es amor pero a ese no se le hace prensa.
Hoy tengo amigas que se están separando, otras que aún no conocieron a alguien con quien construir una vida juntos. Algunas la están pasando bomba sin los compromisos de una relación, otras lo sufren. Y días como hoy pueden ser un golpe bajo.
Y pensando en el dolor de estomago que te dan esos golpes, me di cuenta que pasa lo mismo con esto de ser tu propia jefa. Parece que todos tienen un trabajo que es el amor de sus vidas. Que todos lo están haciendo mejor que vos. Más facturación, más tiempo, menos stress y un propósito que vos todavía no encontraste (¿Cómo que no lo encontraste?).
Así que aunque ya no estoy sola ni perdida como cuando arranqué este camino emprendedor, hoy me cago en el amor.
No en el amor literalmente.
Si no en esta idea edulcorada y rosa de romantizar lo romantico.
De mostrar una sola cara de los procesos (porque el amor también es un proceso).
De editar la realidad para que se vea bonita y envidiable.
Paso de todo eso y celebro el amor en todas sus formas. El de la familia, los amigos, las colegas y la red que se convirtió en sostén.
Pero sobre todo, el amor por una misma. Ese que hace que todos los demás sean posibles.
Así que si estás enamorada de una pareja, de tu vida o de tu trabajo, feliz día para vos. Y si solo querés que este día se termine, te tengo una buena noticia: solo tiene 24 horas como todos los demás.
PD: esta es la prueba piloto de historias que se contarán entre Instagram y este newsletter. Contame si viste el post y si te gusta esta versión ampliada.
¡Hola! Si vi el post y si me gusta esta versión ampliada ;). En Colombia San Valentín no es una fecha que se celebre con tanta intensidad, hasta ahora se está viendo que la gente celebra, por ahora es más comercial.
Por lo anterior no tengo ni idea de cómo te sentiste, pero me imagino lo duro que puede ser cualquier fecha para resaltar lo que te "falta", puede ser día de la madre, del padre...esa fecha que muestra vidas perfectas menos la tuya.
Pd. Yo todavía me estoy buscando ;).