Hay preguntas que son incómodas. Metiches.
A veces incluso son dolorosas o innecesarias.
De mis largos años soltera recuerdo las famosas:
“¿El novio para cuándo?”
“¿Cómo puede ser que una chica tan inteligente/buena/linda no conozca a nadie?”
“¿Querés tener hijos?”
Cuando apareció el tan preciado novio, empezaron a preguntar por la convivencia, el casamiento, los hijos…
Y ahora que tenemos una hija preguntan por el hermanito que no queremos que tenga.
Todas esas son preguntas que tienen que ver mucho con la intimidad y poco con lo que debería importarle a la gente. Pero hay una pregunta mucho más “normal” que, desde el día que renuncié a mi trabajo de toda la vida, me daba terror contestar:
“¿Y ahora, a qué te dedicás?”
Fue la pregunta más recurrente en el último viaje.
Me reencontré con amigos, familia, personas que no veía hacía años.
Y ante el cambio radical que hice, eso era lo que más les picaba la curiosidad:
“¿En qué andás ahora?”
“Todavía no entiendo muy bien qué hacés…”
Y aunque amo lo que hago, tengo que confesar algo:
me sigue costando explicarlo.
No porque no tenga claro lo que hago ni la transformación que ofrezco.
Sino porque no entra en una respuesta rápida tipo:
“Soy abogada / contadora / trabajo en X empresa”.
Tuve que dejar de buscar la frase de Instagram y encontrar palabras más reales. Más mías.
Después de darle muchas vueltas, algo se acomodó adentro:
Mi negocio no va (solo) de cafés con extraños, brunches o networking.
Mi negocio va de crear conexiones que muevan decisiones.
Chan. Qué bien suena, ¿no?
Pero… hablando en criollo, eso sería…
Ayudo a personas que tienen un proyecto, una idea o un negocio a encontrar las palabras justas, la estrategia correcta y las personas adecuadas para contar quiénes son, qué hacen y por qué.
Para que puedan conectar con quienes podrían ser sus clientes, aliados o comunidad.
Ahora, lo irónico:
—¿Vos me estás diciendo que trabajás con personas y empresas que tienen algo valioso para ofrecer, pero no saben cómo contarlo… y a vos te cuesta explicar a qué te dedicás?
—Sí.
—¿No te parece un poquitito irónico, Giselle?
—Shhh… voz de la conciencia. Callate.
La verdad es que tengo un sexto sentido para ver lo bueno en los demás.
Lo que hacen bien, lo que los hace únicos, lo que los diferencia.
Veo el talento ajeno con una nitidez impresionante.
Pero cuando se trata de mí… a veces tengo miopía.
Estos interrogatorios me sirvieron para mirar para adentro y hacer foco en lo importante.
Porque una marca no crece solo por su creatividad, sus títulos o sus seguidores.
Crece cuando su historia se siente real, inspira confianza y provoca acción.
Cuando logra que alguien diga:
“Sí quiero.”
Con el corazón... y con el bolsillo.
Así que reconectando con el negocio nació:
Haz lo que yo digo (y también lo que yo hago)
Una serie de posteos, acciones y textos donde voy a empezar a aplicarme mis propios consejos y estrategias.
Voy a mostrar cómo se ve, desde adentro, ese proceso.
Sin filtro. Sin personaje. Solo práctica real.
Entrega #1: ¿A qué me dedico?
Por un lado, estoy creando un universo de narrativa estratégica, especializado en Guiones de Marca y estrategias de comunicación.
Desde ahí, diseño narrativas que combinan storytelling, experiencia de marca y mirada comercial.
Para que las marcas no solo se vean bien, sino que se sientan reales, potentes y deseables. Y vendan, por supuesto. Para que todas (o al menos todas las que querramos) podamos vivir de lo que amamos y hacemos bien.
Por otro lado, construyo un universo narrativo vivo, en movimiento.
Un mundo donde las historias no se dicen: se viven.
Espacios donde una conversación puede abrir un camino.
El movimiento Café Itinerante.
Los brunches de networking de LadiesBrunch.
Experiencias que mezclan disfrute y negocios.
Así que si lo que hacés tiene valor, pero todavía no encontraste las palabras para mostrarlo… Si sabés que lo tuyo llega, pero sentís que no termina de conectar…
Tal vez es hora de escribir una historia que conecte con quienes te están buscando y podemos hacerlo con un Guion de Marca. Tengo solo dos lugares para julio y podemos saber si hay match agendando un café de negocios acá.
Y si además querés vivir esas historias en comunidad, con otras personas que también están creando, creciendo, buscando… Este sábado hay un nuevo Networking Brunch en Buenos Aires y quedan muy poquitas entradas. Las encontrás acá.
Nos leemos pronto.